No me caen los problemas, yo me los provoco, no es que la gente no me comprenda, soy yo la que se hace incomprensible para la gente, no es que a mis doce años no quisieran hacer amistad conmigo, era yo la extraña que no encajaba para hacer amistad, era yo la difícil a la que se le atoraban las palabras en la garganta cuando intentaba defenderse, fui yo la culpable si hubo algún enredo. Hoy soy yo la culpable si a alguien le molesta mi habladuría, ahí va mi voz suelta que se escapa con mis pensamientos, tiene que opinar y complicar la vida, buscarle la quinta pata al gato.
No fue él quien se fijó en mí para atormentarme de amores ponzoñosos, fui yo quien buscó algo más en su mirada, no fue solo él quien me engañó con falsas palabras, fui yo quien se cegó ante un evidente declive. Fui yo la que armó el cuento rosa.
No son las matemáticas dificultosas, soy yo a la que no le caben en el cerebro…
No es mi cuerpo el que funciona mal, soy yo la que lo menoscaba con la mente…
No es mi padre el burlesco, soy yo la que escucha,
No es mi hermano el de mala voluntad, soy yo la inepta cómoda…
No es mi madre la que me crió mal – lo hizo perfecto – pero por alguna enigmática razón poseo una falla, no es de nacimiento ya que en mi infancia era dulce, en algún punto de mi vida mis pasos se cruzaron con algún insecto o bacteria que se alojó en mí, provocando que desde mi interior una siniestra entidad hale mi vida hacia atrás haciendo de mí una persona difícil en todo aspecto, no soy normal, soy desequilibrada, hay cierto límite en el que rompo mi serenidad y grito sacando toda la frustración del momento, puede ocurrir ante cualquier pequeño fracaso, si provoca mi enojo la rabia sale a borbotones, si es algo que provoca mi tristeza, las lágrimas fluyen hasta quedar seca…pero siempre llega el momento en que sale de mí la histeria, el monstruo que me domina, es perverso y me descalabra los intestinos, es cuando quiere salir y todo lo que pudo ser tranquilo se torna un problema, eso en cuanto a un espacio de confianza, de lo contrario, todo se guarda y me corroe y se acumula hasta un próximo vaso rebalsado, y contribuyendo más y más con esta insoportable personalidad que se vale del arte y las letras para tener un poquito de valor, aunque sea algo para aferrar esta alma al cuerpo y aguantar. Aguantar a la gente, que por más que ame a mi gente, siempre existe una instancia en que todo se pone complejo, pero mi amor y soledad puede retener mis atrofias sentimentales, y momentos de catarsis furioso o tedioso, porque las amigas tienen derecho a abandonar si uno es insoportable, pero la familia siente un deber por seguir ahí – aunque deberían desertar-, quizá por eso paga los platos rotos.
Pero ninguna de estas reacciones las planeo, es inconciente, todo es inconciente, he ahí por qué mi teoría del insecto, monstruo o bacteria, y no de mí misma simplemente…una bacteria en mi inconciente succionando a la pequeña agradable que alguna vez existió, cada año más y más. O así lo veo yo, o el monstruo negativo que de a poco se va durmiendo en este momento gracias a la escritura, en este contexto, quizá en otro no sea tan así para mí, en fin, espero que esto acabe algún día…pronto. De todas maneras estoy demente.
